El desarrollo y la personalidad de los adolescentes es un proceso diverso de dudas y presiones que provocan conflictos emocionales en su conducta y comportamiento, a esto se agregan problemas escolares, familiares, sociales y biológicos que difícilmente en su proceso a la madures ponen en riesgo la estabilidad psicológica que puede llegar a desenfrenarse en conductas antisociales. Asi mismo otro punto difícil de abordar es la incapacidad de algunos padres para controlar los desvíos emocionales de los adolescentes dejándolos sin vigilancia y guía que pueda ayudar a disminuir los alcances perjudiciales que los pone en el ojo de la mira de la bandas delictivas. Sin embargo los adolescentes cuentan con la capacidad de evolucionar y modificar de una forma positiva sus conductas y comportamientos si cuentan con las ayudas de expertos y la guía de sus padres.
Referencia:
Soria, M; Sáiz, D. & Cols. (2006). Psicología Criminal. Ed. Pearason. Madrid (España) (Cap.11).
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